Y hoy nos alejamos un poco más de la temática característica y escenario, pero nos acercamos a las raíces del cine negro, lo que les reenlazamos es un clásico del expresionismo alemán, que por cierto estuvo incluida en nuestro especial de esa corriente cinematográfica, no está demás señalar que la técnica de iluminación que caracteriza al cine negro proviene del expresionismo aleman. El guión va sobre una futurística y distópica ciudad, en la que la clase alta vive en la superficie y goza de una vida sin preocupaciones, mientras los obreros industriales trabajan y viven en el subsuelo, con extensos horarios laborales y una vida rutinariamente repetitiva hasta decir basta, la cual soportan gracias a la promesa de que algún día llegara una especie de mediador que mejorará sus existencias, esperanza simbolizada en María, una joven mujer que en reuniones secretas les renueva la fe, el sistema se desbalancea cuando el hijo del dirigente principal de la fábrica conoce a María, enamorándose de ella, por lo que la sigue hasta el subsuelo, descubriendo la realidad de los obreros, intenta convencer a su padre que mejore sus condiciones, pero por el contrario, éste está disconforme con sus desempeños y planea reemplazarlos, para ellos contacta a un científico con el que mantiene rencillas, compartiéndole la idea, sin embargo, el científico deseoso de vengarse, copia la apariencia de María para infiltrar a un robot que siembra el caos por donde doquier. Si los close captions no se cargan automáticamente hay que activarlos desde la barra del reproductor de youtube:
METROPOLIS (1927)
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